NoticiasEmpiezan a arrancar las viejas ferias en territorio Guipuzcoanoferias en guipuzcoa viejas ferias Ya ha arrancado el calendario de ferias del territorio gipuzkoano. Ganaderos y agricultores acuden a las plazas a ofrecer su género a todo el que quiera comprarlo. "No hay feria mala: lo que uno pierde otro lo gana", dice una vieja expresión popular. Los baserritarras venden su género y los kaletarras compran productos que habitualmente no suelen tener a su alcance. Alteran el curso de la vida cotidiana de cada localidad en la que se celebran. Son centros de venta e intercambio, celebrados en días en los que el trabajo de unos y el ocio de otros confluyen en un ambiente festivo por doquier. La música, los bertsolaris, deportes rurales y la venta de talos las acompañan, se han convertido en una fiesta que hace de escaparate del mundo rural. La feria es un fenómeno medieval que surge una vez superada la economía de subsistencia, cuando los baserritarras comienzan a producir excedentes. Ante la proliferación del comercio, los productores elegían cruces de caminos, lugares con vías fluviales, puntos de tránsito para organizar las ferias, coincidiendo con festividades señaladas en cada localidad. Se crearon de forma espontánea pero enseguida surgieron las autorizaciones reales que limitaban su organización a las villas privilegiadas como Abaltzisketa, Aia, Arrasate, Azpeitia, Elosua, Ezkioga y Mutiloa. Gracias a las ferias, además de comprar y vender, los lugareños se relacionaban con los visitantes e intercambiaban conocimientos y experiencias. También era una buena oportunidad para conocer gente, relacionarse y encontrar pareja, por lo que no faltaban los curas que intentaban poner orden a su manera. Productor y consumidor se encuentran, hablan, y se conocen. Con la excusa de mostrar y poner a la venta productos del campo y potenciar su consumo, estas ferias y mercados también las aprovechan actualmente otro tipo de vendedores de productos de repostería casera, de carnicería... Además, aparecen puestos de artesanos e incluso vendedores no productores. La función de las ferias ha cambiado completamente, los sistemas de distribución de productos agrícolas y ganaderos siguen unos cauces más oficiales y se rigen por estrictas normativas. Pero en Gipuzkoa, además de los mercados semanales, son unas 40 las ferias extraordinarias que se celebran al año.
santa lucía De Ezkioga a Zumarraga-Urretxu El jueves Urretxu y Zumarraga dejarán a un lado sus diferencias y se unirán para celebrar Santa Lucía con una feria que se remonta a la Edad Media. La de el 13 de diciembre era una de las siete ferias anuales de Gipuzkoa y se celebraba en las campas de la ermita de Santa Lucía de Anduaga, en Ezkioga, actualmente barrio de Ezkio-Itsaso. En 1727 las Juntas Generales acordaron el traslado del evento y aceptaron el ofrecimiento de Urretxu -entonces Villarreal de Urrechua- para que la feria se instalara en la localidad. Zumarraga comenzó a organizar otro mercado el mismo día, hecho que creó malestar en el Consejo de Castilla, que la prohibió en 1753 y amenazó a la localidad con multar a cualquier vendedor que participara en el evento, ya que, según el ente, la feria del 13 de diciembre era exclusiva de Urretxu. Con el tiempo las diferencias han disminuido y las dos localidades se unen una vez al año para acoger la gran feria de Santa Lucía, famosa por sus concursos.
santo tomas Cuando las rentas se pagaban con género El día de Santo Tomás, 21 de diciembre, los inquilinos pagaban su renta anual con aves, siguiendo la antigua costumbre convertida en norma. No solo ocurría en el mundo rural, también hacían lo propio los que tenían que pagar las rentas de las casas en la ciudad. Los kalekumes compraban el género que necesitarían en Navidades y se producía un intercambio convertido con el tiempo en fiesta popular. Hoy en día, Donostia, Errenteria, Azpeitia, Hondarribia e Irun celebran anualmente la feria de Santo Tomás. Pero la fiesta, acompañada siempre de un pintxo de chistorra, llega a muchos lugares de Gipuzkoa.
todas las semanas Tolosa y Ordizia En Ordizia, cada semana se marca el precio de la cesta de la compra. Los productos de la tierra cotizan como si se tratara de un valor bursátil. En 1514, después del incendio que asoló el municipio, la reina Juana dio varios privilegios a la villa goierritarra para potenciar su reconstrucción. A Ordizia se le dio potestad para celebrar un mercado franco todos los miércoles del año, evento que ha perdurado hasta nuestros tiempos. Tolosa tiene el honor de ser la villa ferial de Gipuzkoa. La artesanía, la babarruna, los dulces, o el ganado toman frecuentemente las calles tolosarras para deleite de los visitantes.
|
Patrocinan: | ||
|
|||