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Historia

San Sebastián, entre los Siglos XIX y XX

Ekonomia sendo eta aniztua euskailu, etengabe garatzen ari den Donostia horretan agertu ziren elkarteak

Varios factores contribuyeron al esplendor de la época:
su condición de residencia veraniega de la Corte, el casino, el puerto, la pérdida de las colonias...
Tras el derribo de las murallas en 1863 la ciudad se extendió en un ensanche atractivo y armonioso, residencia de una burguesía emergente enriquecida con el turismo, el comercio y la pequeña industria surgida en los alrededores. Varios factores contribuyeron al esplendor de la época, que aquí citamos:

Año 1912. Inauguración del Hotel María Cristina y del Teatro Victoria Eugenia. Eran años de un espectacular desarrollo
Año 1912. Inauguración del Hotel María Cristina y del Teatro Victoria Eugenia. Eran años de un espectacular desarrollo
San Sebastián recupera su condición de residencia veraniega de la Corte, tras el viaje en 1887, de la Reina Regente María Cristina. Ello tuvo un efecto muy positivo tanto desde el punto de vista promocional como en el inmediato de inversiones y afluencia de visitantes de alto nivel.

El Casino: En el mismo año 1887 se inaugura el Casino, prohibido en otras ciudades pero que en Donostia es tolerado para evitar la huída de capitales hacia los casinos de la costa vascofrancesa. El Casino llenó una deficiencia crónica del veraneo donostiarra que era la falta de actividades festivas, y además parte de los beneficios generados se reinvirtieron en grandes obras ciudadanas.

El puerto, como generador de riqueza. Año 1914
El puerto, como generador de riqueza. Año 1914
El Puerto: Como importantísimo generador de riqueza, tanto en el tráfico comercial como en la pesca.

La pérdida de las colonias: La independencia de Cuba y Filipinas, tras sangrientas guerras, tuvo lugar en 1898. Desde años antes se venía produciendo una importante repatriación de capitales por parte de emigrantes vascos, que fueron invertidos en los múltiples proyectos de una ciudad en constante crecimiento.

San Sebastián disfrutaba, así, de una economía avanzada y sólida, no concentrada en un solo sector. De un lado estaba la industria periférica. De otro el sector terciario, nutrido por el comercio, la hostelería y las finanzas. Surgían cada año hoteles de calidad y comercios muy especializados. El modelo guipuzcoano de desarrollo, tanto en lo urbanístico como en lo económico y demográfico, fue gradual y armónico, en contraste con el de Bizkaia.

Es en el contexto de esta sociedad donde comienzan a aparecer las Sociedades Populares.

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