Casa de Galicia
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Las reuniones preparatorias tuvieron lugar en el Círculo Easonense, situado en el Boulevard. Entretanto se alquilaba un local en el nº 42 de la calle San Martín, donde se celebró la asamblea constituyente, el domingo 3 de mayo, con asistencia de 115 socios fundadores. Su función era la de agrupar a los gallegos residentes y promover la cultura de su tierra natal. Para ello se constituyeron las siguientes comisiones: Colocación laboral, Beneficencia, Artística y Propaganda y Fomento.
La Casa de Galicia cambió en numerosas ocasiones de domicilio social. Al año siguiente de su fundación pasó a la plaza de Sarriegui; en 1934 al nº 4 de la calle Pinares y luego a Trueba , 7. Aquí permaneció hasta su desahucio en 1969, pasando a un local contiguo, en el nº 13 de la misma calle. Finalmente, en 1980 la Casa de Galicia se trasladó a la actual sede de la calle Zabaleta, como propietaria del local.
En 1933, un grupo de socios, descontentos con la gestión, creó el Lar Galego, de corta vida pues se reintegró al cabo de dos años.
La actividad de la Casa de Galicia ha variado mucho en el transcurrir de los años. Hubo épocas con organizaciones múltiples y gran proyección en la vida social donostiarra, y otras más lánguidas. De modo general señalamos la presencia continuada de grupos folklóricos venidos de Galicia, la organización de charlas con personalidades de la cultura gallega y la difusión de su gastronomía. En la década de 1970 ocupó la presidencia Eliseo Silvosa, a quién sucedió Jesús Aldrey. En su tiempo se creó un grupo folklórico propio, a quien posteriormente se le llamaría Trísquele, y comienzan a organizarse romerías, en colaboración con los centros de Elgoibar, Eibar, Beasain y Zarautz.
Los últimos veinte años son los más brillantes de su historia. Se organiza de todo: Charlas de información política, las fiestas del Magosto, de la empanada gallega y del pimiento del padrón, exposiciones de artesanía, el Día de Galicia en Euskadi, el de las Letras Galegas y, sobre todo, el Día de las Casas Regionales, una iniciativa más de las muchas llevadas a cabo por Xose Antonio Vilaboa, en colaboración con los presidentes Manuel Fernández, Pepe Cardesín y José Ramón Varela. Vilaboa, tanto en su condición de presidente de la Casa de Galicia como de la Federación de Casas Regionales, ha sabido conectar con las instituciones dando a la Casa de Galicia una especial proyección en la sociedad guipuzcoana.
En la asamblea de enero de 1988 se aprobaron las reglas de funcionamiento del asador, similares a los de cualquier Sociedad Gastronómica.Si crees que la información aquí mostrada no es correcta, que sobran o faltan datos, no dudes en comunicárnoslo haciendo clic aquí.
