Peña Hípica Donostiarra
Como indica su nombre, esta Sociedad se vincula estrechamente con el Hipódromo donostiarra.
Hace cincuenta años, la ciudad recibía a un turismo de alto nivel económico y social, procedente en su mayoría de Madrid y de las zonas cálidas de la Península. Las carreras de caballos pasaban por momentos de gloria. Si bien es cierto que su celebración en verano quitaba a la temporada de San Sebastián toda aspiración de clasicismo - es en la primavera cuando se disputan en todos los países las pruebas importantes de los "tres años" - el público y la proximidad a la frontera permitía celebración de pruebas entre caballos de distinta generación y sobre todo confrontaciones internacionales más difíciles de organizar en La Zarzuela. Así, en 1957 se inició la competición Sudoeste de Francia-España, que originó un ambiente hípico extraordinario. Grupos de aficionados se reunían para preparar las apuestas en bares muy precisos de cada barrio: el Txukun en la Parte Vieja, el Iraeta en Gros y el Esnaola en Amara Zaharra. Con el deseo de centralizar su actividad localizaron un sótano en la calle Euskal Herria, y allí fundaron la Peña Hípica Donostiarra, con el formato de una sociedad gastronómica, es decir, con cocina, autoservicio, llave de socio, etc.
Actualmente, continúa la vinculación con el mundo de las carreras de caballos y cada 14 de Agosto - la víspera de la Virgen - montan la llamada cena "pool" como preparación a la Copa de Oro del día siguiente. También se organizan salidas a otros hipódromos con ocasión de premios importantes.
Cuenta con 90 socios y socias, éstas con todos los derechos incluido el de entrada a la cocina.
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