Sutondoa
En el año 2003, un grupo de amigos compró el restaurante Orio, aquel que fuera lugar de encuentro de la flor y nata pamplonesa de los años 50, lo reformaron y adaptaron para convertirlo en lo que hoy es su segunda casa. Sometieron al inmueble a un reforma completa. Conservaron en él la chimenea donde sentarse junto al fuego, sutondoa. Se saben en un lugar privilegiado de la ciudad. En su centro neurálgico, pero con la ventaja silenciosa que ofrece la tranquila calle de Dormitalería.
El campeón de Zubiri, Goñi III, es uno de los 30 socios de Sutondoa. Hay lista de espera y las mujeres pueden acudir los fines de semana. Comparten su afición por las partidas de mus y de pocha, vicio que les puede llegar a hacer olvidar su otra pasión: la buena mesa. Algunas, pocas, salidas gastronómicas y culturales, pero sobre todo los encuentros que se prolongan hasta entrada la madrugada, centran su actividad. No en vano, ese fue el propósito con el que nacieron.
Si crees que la información aquí mostrada no es correcta, que sobran o faltan datos, no dudes en comunicárnoslo haciendo clic aquí.
